Inauguración de la exposición de pintura "GALICIA: NATURALEZA VIVA Y COLORISTA", del pintor pontevedrés Laureano Troitiño

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12/09/2019
12/09/2019
09/12/2019

Inauguración de la exposición de pintura "GALICIA: NATURALEZA VIVA Y COLORISTA", del pintor pontevedrés Laureano Troitiño

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Compuesta por una colección de óleos sobre lienzo que se podrá visitar desde el 8 hasta el 31 de enero, la muestra está formada por cuadros de imágenes gallegas, con un estilo realista y mismo figurativo, en los que se plasma el paisaje autóctono principalmente de tema marino, aunque también se recrean instantáneas del interior y de montaña. La temática más recurrente en su obra es la naturaleza viva. La localización de los cuadros pasa por lugares próximos como Cuntis, Catoira, Cotobade, Pontevedra o Portonovo.

Laureano TROITIÑO CACHAFEIRO: Nació en 1955 en Cotobade (Pontevedra), y cuando tenía un año sus padres se trasladaron a Pontevedra, donde reside desde entonces.
Amante de la naturaleza, su interés por comunicarse a través de la pintura le viene desde sus tiempos de estudiante de bachiller, más pese a su gran pasión por el arte, empezó a pintar tarde y de manera autodidacta.
Realizó estudios técnicos de dibujo y pintura en Pontevedra con una profesora licenciada en Bellas Artes. Una vez finalizada la anterior formación, no abandonó en su empeño por seguir adquiriendo conocimientos pictóricos, lo que le llevó a proseguir su camino formativo en solitario.
Pertenece al grupo "Artistas Pontevedreses" formado por más de una veintena de pintores, y ha participado en numerosas exposiciones tanto colectivas como individuales en diferentes instituciones y locales. Algunos de sus cuadros están diseminados por Galicia, Madrid, Valencia, Bilbao, y París.
En su trayectoria pictórica, se distinguen dos etapas muy diferenciadas: la primera en un estilo realista ortodoxo, y la segunda dentro de un estilo vanguardista innovador y creativo.
1ª Etapa, "Realismo":
Su trabajo pictórico discurrió dentro del "realismo" artístico como una postura estética que identifica y asimila arte y realidad. Dada su pasión por la naturaleza, eligió el paisaje como género pictórico autónomo donde se encuentra muy cómodo representando montañas, valles, árboles, ríos, mares, y también paisaje urbano como género específico.
Desde que comenzó a pintar, siempre ha tratado de representar las cosas lo más real posible. 
Su obra de esta etapa, a primera vista, pudiera parecer sencilla de ejecución, pero tal visión apresurada es del todo irreal. Sus mezclas de colores, las luces y sombras empleadas o, incluso, el pintar minuciosamente piedra a piedra toda una fachada de cualquier monumento, indudablemente nos indica que estamos ante una obra cuidadosamente elaborada en su conjunto, causando de esta manera una muy buena impresión en el espectador, ya que su contemplación se hace muy atractiva y le infiriere a ésta un sello peculiar con una sensibilidad muy particular.
Su pintura está plagada de cielos esplendorosos con unos azules llenos de vida y alegría, salpicados de alguna que otra nube que no rompen dicho encanto.
Utilizando en su paleta una gama de colores que se asemejan mucho a la realidad, quiere retratar realismo por doquier, con atmósferas muy luminosas y brillantes intentando lograr, de esta manera, aproximar al espectador a una creación mucho más estimulante y vitalista de la naturaleza que él, como espectador de esos paisajes, percibe por sus sentidos y después traslada con fidelidad a sus lienzos, intentando conseguir así plasmar en sus obras una perspectiva muy realista.

2º Etapa, "Vanguardismo":
En un momento dado, este pintor dedicó cierto tiempo a explorar otras maneras más imaginativas y experimentales de interpretar la pintura.
Durante dicha búsqueda, vio la posibilidad de integrar -sin estridencias ni choques culturales- su visión realista de la naturaleza con conceptos de la obra onírica de Dalí –del que es un fiel admirador-. Fruto de la anterior fusión, decidió incorporar a su nuevo trabajo varios rasgos del movimiento surrealista, pero sin perder sus raíces iniciales.
Así, a partir de este cambio evolutivo vemos lienzos muy imaginativos donde coexisten ambos estilos y así observamos, por ejemplo: cuadros dentro de otros cuadros que encajan perfectamente en el lienzo original; elementos que sobresalen del lienzo; naturaleza laberíntica entre paredes; paisajes transparentados por cristales, escenas duales, etc.
Coon esto pretende crear cierta confusión en el visionado de sus obras, integrando dos mundos dentro de uno. La segunda, cambiar en el espectador su percepción precondicionada de la realidad y forzarle a hacerse hipersensitivo a la muestra que contempla, otorgándole la oportunidad de que participe imaginando las singulares representaciones de paisajes y escenas surrealistas, aunque tendrá que mirarlos más de una vez para explorarlos bien y observar los juegos estéticos que contienen.
 

09 Decembro 2019
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